Mas allá de la tragedia, uno escucha y aprende.
Cada uno de nosotros seguramente desaría saber que se debe hacer para prevenir que un rayo nos caiga encima.
Así, mientras cambiaba de canal (hacía zapping entre los feeds ...) , escuchaba a mucha gente opinar.
En Canal 10 de Montevideo, el informativista al que llamamos "pungüinezco" porque se disfraza dos por tres de algún personaje ridículo, entre ellos de pingüino, dijo al aire en horario central, que un rayo mata a una persona porque le detiene el ritmo cardíaco. Un desfibrilador (que acá en Uruguay son obligatorios donde hay una concentración de personas superior a una cifra que no recuerdo, pongamos 5 mil), hubiera salvado a las víctimas.
Yo lo tomé con pinzas, acá ultimamente todo se arregla con esos aparatos.
El informativista Diego Vázquez Melo (que hace de meteorólogo, pero no lo es), asegura que las personas no son conductoras de electricidad, salvo que tengamos objetos metálicos encima o cosas similares que nos convierten en conductores de electricidad. Si no conducís electricidad, el rayo te paraliza y ahí depende la persona accidentada de una RCP para recuperarte.
En los feeds, escuché de todo.
Gente que dice que un rayo te quema (un herido en el hospital municipal de Villa Gesell, tenía quemaduras en un hombro), otros dicen que un rayo es capaz de partirte (si no entendí mal, como pasó con muchos objetos que fueron arrojados por todas partes).
Otros dicen que lo mejor es encerrarte rapidamente en un auto porque el metal funciona como una caja aislante

En realidad,
me quedé con mas dudas que respuestas.
Y cuando las barbas de tu vecino arden, pon las tuyas en remojo, dice el sabio refrán, ¿no?
Ahora bien,
anoche cayeron muchísimos rayos en Montevideo, que sin dudas, pienso que fue una tormenta de la misma índole la que asoló nuestra capital durante toda la madrugada.
¿Que hacer durante una tormenta eléctrica entonces?
Acostate a dormir en tu casa y soporta el calor, los mosquitos y cuanta cosa tengas que soportar, pero no salgas a la calle.
Pensar que soy uno de los que, si estoy en la playa y empieza a llover -con calor-, me quedo porque siempre me pareció divertido. Y eso que me considero prudente. En realidad
soy uno de los tantos desinformados en este asunto.
Ahora, luego de esta fatalidad, será cuestión de explicárselo a nuestros hijos, porque de las malas experiencias y fatalidades, uno también aprende.
También va mi pésame a las víctimas.