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Alumnos de Victoria crearán y lanzarán un satélite al espacio

La comunidad educativa de la Escuela Técnica Nº 1 trabaja en el proyecto desde hace dos meses. Hacen difusión para reunir fondos. El inédito plan serí­a uno de los primeros en la Argentina.

Daniel Caraffini
De la Redacción de UNO

La ambición de un investigador de temas sobre satélites y cohetes, un grupo de alumnos ante un desafí­o académico y profesores y directivos interesados en lograr la articulación téorica-práctica de los conocimientos educativos sentaron las bases de un proyecto que ya dio su gran paso, desde el deseo hacia su concreción.

La creación de un sátelite propio de Victoria, para ser lanzado desde una plataforma de Estados Unidos se dio a conocer por estos dí­as en la localidad.


En la apuesta trabajan alumnos de 6º Año de la escuela de educación técnica Nº 1 Pedro Radí­o, aunque el impulsor es un ex alumno del establecimiento, Ramiro Celiman, que entre tantas investigaciones y lecturas sobre la temática aeroespacial se propuso que la Ciudad de las siete colinas ocupe un lugar de conocimiento en el espacio, y desde allí­ pueda difundirse información de interés.

Con ese ánimo Celiman se acercó meses atrás a la escuela, y a instancia de los directivos y los siete jóvenes que cursan 6º Año de Mecánica decidieron sumarse al proyecto. Uno de ellos, Mateo Saavedra, en diálogo con UNO explicó que para la creación del satélite es necesaria la adquisición de un kit, para realizar el ensamblado de los materiales. Al artefacto se le agregará una cámara para transmitir imágenes, pero que no puede sobrepasar un peso de 250 gramos,

“Estamos en la búsqueda de fondos. Serí­a muy lindo que una escuela de Victoria sea la primera en el paí­s en crear un satélite que luego estará en el espacio”, planteó.

Por ahora, en silencio –ante el temor de que les “roben la idea”– habí­an intentado recoger apoyos, que hasta el momento fueron escasos. El costo no parece ser exagerado ante la magnitud del emprendimiento.

En total implicarí­a una suma de 15.000 dólares, entre el equipamiento para ensamblar y el lanzamiento desde una plataforma norteamericana, además del ingreso a la Aduana de EE.UU.
Mientras el aspecto financiero avanzaba a paso lento, durante este tiempo el grupo de jóvenes, junto al impulsor de la idea y profesores del establecimiento técnico, comenzó a estudiar y capacitarse en nuevos conocimientos para el armado y ensamblado de las piezas.

Para tal fin, contó Saavedra, ya hicieron contactos con una escuela de San Pablo (Brasil) y con la Universidad de Costa Rica, que ya realizaron esa experiencia.

Asimismo, se establecieron comunicaciones con la empresa rionegrina Invap, que desarrolló el lanzamiento en julio del satélite argentino SAC-D Aquarius, un observatorio espacial para los océanos, el clima y el medio ambiente.

“Nos pusimos en contacto con los constructores del satélite, el primero desarrollado en forma í­ntegra en el paí­s. Justamente, un amigo de Ramiro –el impulsor de la propuesta en Victoria– tiene un amigo cientí­fico que tuvo a su cargo la construcción del motor del satélite”, planteó. “Ellos nos dieron los pasos que tení­amos que dar para avanzar en la idea que tení­amos meses atrás”, acotó, También tuvieron la colaboración de la Comisión Nacional de Energí­a Atómica (Conae), con sede en Bariloche.

A la par de ellos comenzó la capacitación. Por un lado sobre el kit de elementos, que implica ensamblar placas, circuitos y celdas solares. Pero a ello hay que agregarle la cámara y su cadena de transmisión, que no debe superar los 250 gramos.

“Nos gustó la idea, se nos fueron dando las cosas, los contactos con cientí­ficos y tenemos el acompañamiento de los directivos. Si bien en la escuela no se desarrolla la Ingenierí­a Espacial, tenemos Electrónica, Mecánica y materias complementarias como Manejo Mecánico, electrónico. De todos modos, para reforzar los conocimientos ante este desafí­o, el profesor e ingeniero Luis Brassesco nos adelantó la materia Proyecto Tecnológico, que debí­amos cursar el año próximo”, reseñó Saavedra.